Yo conocía a una princesa que le gustaba hablar, cuando salía sonreía y cuando caminaba, no paraba de cantar.
Mi princesa salta cuando quiere,
Mi princesa llora si no está,
La princesa tiene miedo, tiene miedo a la libertad,
Pero un día un apuesto caballero, le enseño como descifrar el mar,
Volando entre espejismos y selvas, la princesa.... nunca más pudo despertar,
Ahora vive cantando, en la cabeza de aquel principe, más libre que un ave,
Sus sueños no volveran a ser tristes.


...Y uno cómo descifra el mar?
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